jueves, 26 de mayo de 2016

Hierbas mágicas en la noche de San Juan



Ya se acerca una de las noches más mágicas del año, la noche de San Juan, la noche más corta del año, la noche donde la luz vence a las tinieblas, la noche de “Janot”, “Noche de Brujas” o “Noche de San Juan” donde se abren las puertas que comunican ambos mundos, el de la materia, el del soma por una parte y el sutil, etéreo y espiritual por otra parte, ya es hora de hablar de tan mágica noche, noche especial donde se “trabaja” con planetas, elementos, elementales y plantas, entre otros.

En esta mágica noche se realizan rituales y hechizos mágicos para conseguir el amor, la prosperidad o que tus deseos para el año se cumplan. En los Rituales de la Noche de San Juan, intervienen las Hierbas Mágicas. Son siete, conocidas como las plantas sagradas de la Noche de San Juan, ya que en esta mágica noche es cuando deben de ser recolectadas, preparadas y ritualizadas. Ellas son: salvia, milenrama, crisantemo de los  prados, hiedra trepadora, rusco, artemisa e hipérico.

Cuando consigas las hierbas mágicas de San Juan, debes ponerlas dentro un saquito de tela para ritualizarlas la noche del fuego y guardar el saquito el resto del año cerca de ti, ellas te cuidarán y te protegerán de negatividades.





Milenrama también llamada aquilea por el héroe griego Aquiles, que curó con ella las heridas de Télefo, rey de Misias, es cicatrizante y comestible en ensaladas cuando está tierna. Es usada por las brujas  asturianas, las cuales se preparan infusiones de esta planta para potenciar  sus poderes adivinatorios.




Crisantemo de  los prados también conocida como hiedra terrestre, tiene las raíces  comestibles, y sus hojas picadas sirven para aromatizar dulces.  Da una flor  blanca grande y solitaria, apreciada para adornar las coronas.  Simboliza el  Sol, la perfección, la inmortalidad.  Se usa triturada para invocar a  determinados espíritus de la naturaleza. Crece en bosques frondosos caducifolios, y se desparrama por los suelos, dando flores con forma de embudo y color violeta pálido. No se debe confundir con la hiedra trepadora, cuyas flores son de color verde amarillento, y sus bayas negro azuladas son venenosas.



Rusco derivado del latín bruscus y del celta beuskelen, forma unas extrañas matas de color verde lustroso, con unas bayas encarnadas comestibles pegadas al tallo. La rareza es que sus hojas elípticas y puntiagudas, son en realidad tallos ensanchados y aplastados.  Los brotes jóvenes del rusco, forman unos vástagos con un penachito de hojas en su punta de sabor algo amargo, pero más nutritivos que los espárragos.  Con las semillas de las bayas, molidas previamente, se puede preparar una infusión diurética.



Hipérico (de Hiperión, nombre griego del dios Sol) o hierba de San Juan es una planta de flores amarillentas que crece en las laderas de los montes.  Es precisamente su color dorado el que la vincula especialmente con el Sol, y por ello, la noche ideal para su recolección es la de San Juan, pues es en ella cuando la fuerza solar está en su apogeo. Cuenta la leyenda que tras ser decapitado San Juan Bautista, varias gotas de su sangre cayeron al suelo e hicieron germinar esta planta: Por ello, cada vez que estrujamos los pétalos de esta flor, surge un líquido rojo que es la sangre misma de San Juan, que posee grandes poderes mágicos y curativos.
Con esta mágica hierba se curan las depresiones y se ahuyentan los malos espíritus, puesto que San Juan es, al igual que San Jorge, la representación de la luz divina que baja a la tierra a derrotar a las fuerzas de las tinieblas. Todas estas plantas han de ser recogidas en la noche de San Juan, disecadas y guardadas en frascos herméticamente cerrados para su uso durante el resto del año.



Salvia procede del latín salvare (salvar), por sus virtudes curativas, pues es la planta de la longevidad por antonomasia. Se cuenta que existen ejemplares de esta planta que se vinculan a una determinada persona, floreciendo o marchitándose según la suerte de ésta.




Artemisa dedicada a la diosa griega Artemisa, hermana de Apolo, llamada por los romanos Diana Cazadora, es una planta medicinal especialmente indicada para las molestias de la mujer. Se usan sus tallos como infusiones.  Con ella se trenzaban figuras antropomorfas como protección mágica en las puertas de las casas, y se fabricaban flechas para lanzarlas a los cuatro puntos cardinales, a modo de conjuro contra los malos espíritus. Las curanderas usan sus hojas contra las picaduras Es la planta de la mujer o, mejor dicho, para la mujer. Regula el ciclo menstrual, estimula la menstruación y calma los dolores posteriores al parto Recibe su nombre de la diosa griega Artemisa, a quien invocaban las mujeres en los partos difíciles.


Hiedra trepadora se considera una planta mágica y un símbolo de la fidelidad. Los griegos la tenían como emblema de Dionisio, dios del vino, de la alegría y de la vitalidad. También se la consideraba como símbolo de la inmortalidad y de la eterna juventud. En aquella época ya se la utilizaba contra los males del espíritu. Según una leyenda, para que la hiedra actuara debía recogerse de la cabeza de una estatua y debía aplicarse en la piel envuelta con una tela roja. Precaución pues puede producir reacciones dérmicas, es  tóxica.

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